Ascensión al Volcán Villarrica, cerca de Pucón. Desde su cima divisamos un panorama excepcional de lagos, bosques y otros volcanes. Pero no sólo las vistas nos atraen a quiénes soñamos con escalarlo. Es sentir el corazón caliente de la tierra bajo el manto helado que recubre su corteza exterior. Es acercarnos a su cráter humeante en cuyo interior brota lava.
Organizar la ascensión al volcán Villarrica
Finalmente, ayer a última hora conseguí reservar la ascensión al Volcán Villarrica por 75.000 CLP en la agencia Pucón Aventura. Desde el hostal se encargaron de llamar a varias agencias para buscar hueco. Es mejor esperar al último momento para conocer la previsión meteorológica, que se comporta muy cambiante. Más que un día soleado, que también es importante, hay que buscar un día sin viento.
La ascensión al volcán Villarrica es obligatorio hacerla con guía y debe haber un guía por 4 personas. Las agencias aportan todo el material necesario para la excursión: mochila, crampones, piolet, casco, guantes, cubrepantalones, cubrechaqueta, polainas, botas, máscara para el gas, y los bártulos para deslizarse por la nieva en la bajada.
Es un volcán activo de 2847 m de altura en la región de la Araucanía, permanentemente cubierto de nieve. Rucapillán es su nombre indígena, que significa «casa de los espíritus» en lengua mapuche.
Web del Parque Nacional Villarrica: http://www.conaf.cl/parques/parque-nacional-villarrica/
Ascensión al volcán Villarrica
Toca madrugón porque partimos a las 6:30 desde Pucón. Todas las agencias hacen lo mismo, y es habitual que junten a turistas de varias agencias para formar grupo. La furgoneta estaciona a 1350 m de altura, junto a la estación de esquí del Parque Nacional Villarrica. Muchas veces funcionan las telesillas que te elevan hasta 1800 m de altura, evitando parte de la caminata. Pero el viento impide hoy su funcionamiento, qué mala pata, por lo que tendremos que salvar 1500 m de desnivel. Casi nada.
Vista del Volcán Llaima desde la falda del Volcán Villarrica
Comenzamos subiendo por tierra. Todo va bien, excepto el peso de la mochila, que me martiriza. Además del equipamiento, cargo comida, 2 litros de agua, la cámara y otros objetos personales.
Comienza la nieve a 1800 msnm en la estación superior de las telesillas. En Chile las llaman andariveles. Me gusta la sonoridad de esta palabra. Cuando la repito tres veces seguidas, ya no puedo quitarla de la cabeza en un buen rato.
Ascensión al Volcán Villarrica
Las vistas son soberbias durante toda la ascensión. Divisamos cuatro volcanes nevados en línea: Llaima, Lonquimay, Sierra Nevada y Sollipulli, además de los lagos Villarrica y Caburgua, que se encierran entre verdes montañas. Avanzamos por nieve blanda. No me agrada caminar por montañas nevadas y no ver más que blanco. Prefiero hacerlo cuando crecen plantas, y así fijarme en las diferentes especies vegetales, ver las florecillas, oir los pajarillos.
Ascensión al volcán Villarrica
A 2000 m de altura los guías deciden separarnos en 2 grupos, el de los rápidos para así aumentar la probabilidad de alcanzar la cumbre, y el de las lentas. Aceptan incluirme en el grupo rápido, y entonces avanzamos algo más ágilmente, aunque a mí el ritmo me sigue pareciendo lento.
En cada parada nos abrigamos más. El viento aprieta y ataca de cara. En medio del desierto blanco yo me concentro en escuchar el crepitar de mis pasos sobre la nieve. Es casi una droga, una rutina. Me concentro cada vez más, pensando que tengo que conseguir llegar arriba y que cada vez falta menos.
A 2300 m nos ponemos los crampones. Entonces las huellas resuenan con mayor sonoridad. Cada vez se amplía más el paisaje. Divisamos la población de Pucón arrimada al lago Villarrica. También el Lago Calafquén, más al sur.
Ya cerca de la cumbre nos ponemos la máscara para protegernos de las fumarolas que emite el volcán. La nube tóxica nos persigue. El viento la empuja hacia nosotros, y si ya era difícil caminar con el viento de cara, lo es mucho más con este artefacto en el rostro, que limita la entrada de aire. Aire que se vuelve irrespirable debido a las emanaciones gaseosas del cráter. Los ojos lagrimean, la nariz pica. Menos mal que hemos dejado las mochilas 100 m más abajo para subir más ligeros a la cumbre. He llegado a odiarla, ¡cuánto pesa la condenada!.
En la cima del volcán Villarrica
Nos abrazamos en la cima. Lo hemos conseguido. Hacia el este emerge el volcán Lanín, que flota sobre el mar de nubes. Me felicitan por formar parte del grupo rápido. El cráter, ese cráter que todos queríamos ver, vierte su humo maldito. En su fondo hierve la lava, y sus pareces muestran los distintos colores de la solidificación de los minerales. No es soportable permanecer mucho tiempo arriba. No se respira.
Cráter del Volcán Villarrica
Volcán Lanín desde al cima del Volcán Villarrica
Cima del Volcán Villarrica
Descenso del volcán Villarrica
Recuperamos las mochilas para lanzarnos cono abajo. Tal cual. Sentados sobre una especie de faldón y un círculo de plástico nos dejamos deslizar por la nieve en posición sentados. De esta forma el descenso es muy rápido y conseguimos llegar abajo en poco más de una hora, frente a las casi 5 horas que hemos tardado en subir. La ropa ha quedado mojada, pero no hace frío.
El grupo ha sido completamente multinacional. No había ningún país repetido: Alemania, España, Chile, Francia, Holanda, Brasil, Israel, y alguno más. Es hora de regresar a Pucón.
Cena en Pucón
Prolongada ducha, descanso y buena cena. Restaurante D’Toros, especializado en carnes a la parrilla de leña. El postre nos lo tomamos en Café de la P, donde sirven unas tartas riquísimas. La de capas de chocolate estaba de vicio.
Track de la ruta al volcán Villarrica
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/chile-volcan-villarrica-34889020
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: CHILE. UN VIAJE ENTRE VOLCANES: NORTE, ARAUCANÍA Y CHILOÉ