En alternancia de penedos graníticos y pequeños bosques transcurre esta ruta senderista desde Lamas de Mouro. Así es la Serra da Peneda, que siempre transmite sensaciones especiales y nos hace imaginar inesperadas figuras en las formaciones rocosas que coronan la sierra, como la de portela do lagarto. Estamos en el Parque Nacional Peneda-Gerés, al norte de Portugal.
Localización
Iniciamos la ruta en la pequeña aldea de Lamas de Mouro. Lamas de Mouro es una de las entradas al Parque Nacional Peneda-Gerés, en Portugal. Se ubica en una confluencia de varias carreteras que ascienden a la Serra da Peneda desde distintos puntos del norte de Portugal. Nosotros accedemos desde Melgaço. El Parque Nacional Peneda-Gerés es el único parque nacional portugués, y es fronterizo con el Parque Natural Baixa Limia – Xurés, en Ourense.
En el parque de campismo, donde se sitúa el centro de visitantes del parque hay espacio para aparcar. También hay un área de recreo al borde del río Mouro. Estamos a 870 m de altura.
La ruta no está señalizada oficialmente, aunque hay hitos y flechas que sirven de guía. En cualquier caso, es altamente recomendable llevar GPS.
Ruta a la Portela do Lagarto
En fuerte pendiente arranca un sendero empedrado. Pronto nos asciende desde los verdes terrenos de Lamas de Mouro a los parajes graníticos de la Serra da Peneda.
No sé qué tiene la Peneda que siempre me transmite sensaciones especiales. Será por el silencio. O por las formaciones graníticas que hacen imaginar insospechadas figuras. O será por sus contrastes, estás en un agreste paisaje rocoso, y de pronto te encuentras un bosquecillo sembrado de hojas.
Durante el siguiente tramo es constante esta alternancia de pequeños bosques y paisajes agrestes dominados por las fuerzas graníticas. La subida es mucho más suave entonces, por senderos casi imperceptibles en ocasiones, invadidos por helechos.
Tras 4.5 km, una calzada empedrada nos guía hacia lo alto.
Por encima de 1100 m estamos rodeados de figuras graníticas que miran impasibles a la Serra da Peneda. Nosotros también nos sentimos observados por los silenciosos gigantes pétreos.
Nuestros pasos nos conducen a una nueva perspectiva. Desde un punto panorámico las vistas son preciosas hacia los penedos graníticos en lo alto de la Sierra. El valle reverdece el paisaje y se cierra abajo en V. A uno de esos penedos han bautizado como Pedra lo Lagarto, aunque podrían ser muchos más los que mereciesen nombre propio.
Pero es que el lagarto tiene su leyenda, similar a las leyendas de serpientes que existen en otros lugares, y que siempre parecen representar la maldad. Pues, resulta que este lagarto, no era precisamente un santo y tenía atemorizada a la población de Lamas de Mouro. La emprendía a bocados con todo el que pasaba de camino al Santuario de la Peneda hasta devorarlos por completo. Hasta que un día se cruzó con una mujer que le hizo frente, la cual lo golpeó con una roca, dejándolo petrificado. Se cree que la mujer era Nosa Señora da Peneda. El lagarto quedó para siempre en forma de roca en el lugar conocido como la Portela do Lagarto.
Entonces, el descenso nos acerca al valle por una calzada empedrada.
El entorno vuelve a cambiar en el valle. En la ribera de un riachuelo se desarrolla un bosque frondoso y un verdor impregnante.
Nuestra ruta continúa por el bosque de carballos, emprendiendo otra subida por camino empedrado, casi paralelo a la carretera que desde Lamas de Mouro sube al Santuario da Peneda. Rocas recubiertas de musgos y árboles caducifolios componen el escenario natural.
Cruzamos la carretera junto a la Alminha do Lagarto, (pequeño santuario repleto de ofrendas), para continuar por otro camino empedrado. Dicho camino es también paralelo a la carretera, pero ahora por la otra margen. Se trata de la calçada da Portela do Lagarto, que antiguamente unía Lamas de Mouro con la aldea de A Peneda.
Alminha do Lagarto
Calzada da Portela do Lagarto
En este tramo apreciamos las vistas hacia el Valle del Mouro. Hemos cambiado de orientación otra vez.
El descenso nos conduce al fondo del valle, dominado por el río Ouro, cuyo curso nos acompañará en el tramo final, además de los robles que empezaban a adquirir tonalidades otoñales, y en ocasiones altísimos abetos. Retirada en este lugar está la Casa Abrigo do Bico de Páxaro, una respetable casa de piedra que se encuentra abandonada.
Transcurridos 12 Km retornamos al parque de merendas de Lamas de Mouro, dando por finalizada la ruta. Nos espera la exquisita gastronomía de Castro Laboreiro, y sus estupendas vistas.
Mirador de Castro Laboreiro
Track de la ruta Lamas de Mouro – Portela do Lagarto
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14908220