Estamos listos para hacer la visita guiada a la Isla de San Simón, en una tarde de principios de julio en la que el sol cae a plomo. 33 ºC en la Galicia tropical. Estamos en la ensenada de San Simón, en las Rías Baixas. En este fragmento del fondo de la Ría de Vigo, el mar adquiere apariencia de un sosegado lago.
Localización:
En la ría de Vigo (Galicia)
Ruta en coche por la ensenada de San Simón
Pero antes de llegar al embarcadero de Meirante, punto de partida de la embarcación hacia la Isla de San Simón, realizamos una ruta en coche por las orillas y los alrededores de la ensenada de San Simón.
Los pueblos de Santradán, Cobres, Acuña, Toural se asientan en su ribera occidental, rozando el agua. La carretera describe curvas pegada al mar, entre viñedos, maizales y árboles de escaso porte. Los lugareños se acercan a conversar, supongo que deseosos de ver caras nuevas, ya que casi nadie se detiene por aquí ahora que todo el tráfico circula por autopista.
En la ribera oriental pasamos por Paredes y Arcade. Arcade ha crecido muchísimo y tal vez perdido cierto encanto, pero sigue siendo obligado pararse a comer ostras, que Álvaro Cunqueiro describía como un manjar de sabor espiritual.
Visita al Castillo de Soutomaior
En Arcade nos desviamos a Soutomaior para acercarnos a su castillo. Rodeado de un delicioso jardín botánico, nos aporta sombra en este caluroso día. El castillo de Soutomaior se puede visitar por libre o en guiado (visitas guiadas sólo de lunes a viernes). La edificación primitiva procede del siglo XII como construcción defensiva. Posteriormente fue sometido a varias remodelaciones. El máximo esplendor lo alcanzó en tiempos de Pedro Madruga. Este noble era señor de estos feudos en el siglo XV.
Es uno de los castillos mejor conservados (o restaurados) de Galicia, y sirve de escenario para eventos sociales, como bodas, etc.
Mirador del Monte de la Peneda sobre la Ensenada de San Simón
A pesar del tremendo calor, decidimos no perdernos la subida (en coche) al Monte de la Peneda. En su cima se alza ahora una pequeña ermita. En este lugar, Alonso de Fonseca, siendo arzobispo de Santiago de Compostela hizo construir un castillo para vigilar las andanzas de Pedro Madruga. Precisamente Pedro Madruga habitaba en el Castillo de Soutomaior, visible desde esta cima. Fonseca, simpatizante de Castilla, rivalizaba ideológicamente con Pedro Madruga, de tendencia lusista. Poco perduró su vigilancia, ya que, en un par de años, Pedro Madruga logró conquistar el Castillo de la Peneda.
Tontos no eran queriendo dominar este lugar, pues las vistas abarcan la Ría de Vigo, la Ensenada de San Simón, y el valle del río Verdugo sembrado de viñedos. La sombra de una enorme sobreira nos acoge mientras nos sentamos a contemplar el paisaje.
Museo Marítimo de Rande (Meirande)
Desde el Monte de la Peneda ya sólo quedaban 10 Km para llegar al embarcadero de Meirande, donde ahora nos encontramos. Hemos llegado con más de media hora de antelación, pensando que habría un bar donde refrescarnos. Como no es así, hemos pasado el tiempo de espera visitando el Museo Marítimo de Rande, el Meirande. Sus exposiciones versan sobre las batallas en la ría de Vigo y sobre la historia de navegaciones y naufragios. Y también sobre la riqueza de los fondos de la ría, no sólo los tesoros y la arqueología que guardan, sino también su riqueza natural.
Visita guiada a la Isla de San Simón
La navegación por la ría de Vigo resulta plácida, concediéndonos algunas sorpresas a medida que nos acercamos a la isla de San Simón. Un cruceiro sobre un islote rocoso, una estatua flotante del Capitán Nemo en homenaje a las visitas de Julio Verne a Vigo.
Tras bordear las dos islas, San Simón y San Antón, ambas unidas por un puente de piedra, desembarcamos en el pequeño embarcadero que nos da acceso a este recorrido por las islas arboladas.
Mediante la charla de la guía nos adentrábamos en la historia de las islas. En 1837 se empezaron a edificar las construcciones que ahora vemos. Su función era lazareto. En la isla pasaban la cuarentena los navegantes que llegaban de lugares lejanos con posibles enfermedades contagiosas.
En 1936, durante la Guerra Civil, pasó a convertirse en una prisión, hasta 1943. A partir de ahí se abre otra etapa para la isla, dedicándose a lugar de recreo de la guarda personal de Franco. Un desgraciado naufragio de varios miembros de la guarda de Franco en 1950 originó su cierre para este uso.
Después se convirtió en orfanato, hasta que quedó abandonada entre 1967 y 2007. Durante este periodo fue sometida a constantes saqueos. La Fundación Isla San Simón comenzó su restauración a partir de 2007 para ocuparla en congresos y seminarios.
Y así empezamos a conocer los rincones que se esconden en la isla. La estatua de los trovadores, la Capilla de San Simón, los diferentes edificios, el Paseo de los Buxos…………
El aspecto arbolado de la isla es ahora bien diferente del que presentaba en aquellos tiempos en los que las construcciones ocupaban la mayor superficie de la isla y apenas había árboles.
Esos días tenía lugar un encuentro de jóvenes músicos internacionales que practicaban al aire libre, generando una atmósfera todavía más especial. Un remanso de paz.
Más información en: http://www.cultura.gal/es/illadesansimon