¡Qué bonitas son las intrincadas formas de Cathedral Peak! No se nos ocurre mejor forma de absorber su belleza que recorriendo el Mushroom Trail, que nos conduce a un fantástico mirador. Seguimos en las montañas Drakensberg, y después nos iremos a otro de sus valles, el Champagne Valley.
Amanecer en Didima Camp
Despertar al amanecer, abrir las cortinas, y encontrarme con aquellas montañas en frente………¡guau!
Desde la cama, y a través de los enormes ventanales de la cabaña, en el Didima Camp, contemplábamos cómo se iban dibujando con nitidez los picos de las Drakensberg, hasta que el sol terminó por iluminar las verdes montañas.
Nuestra primera e ignorante intención era subir a los 3004 m de Cathedral Peak, el pico emblema de la zona. Una ruta larga, matadora y complicada, con más de 1600 m de desnivel. Ruta que fulminantemente descartamos al ser conscientes de su dificultad, unido a lo temprano que anochecía y lo poco conveniente que era conducir por esas carreteras en oscuridad. Así que, preferimos tomarlo con más calma y disfrutar de un lento desayuno en la cafetería de Didima frente a unas preciosas vistas. Nos pedimos el Drakensburg breakfast, que constaba de huevos, champiñones, tomate, trucha ahumada. No era tan completo como en otros sitos, pues echaba de menos fruta, zumo aceptable y yogur.
Caminata por Cathedral Peak. The Mushroom Trail
Pidiendo recomendación al guía que se instala en el hotel cada mañana, nos decantamos por el Mushroom Trail. Si se requiere, él ofrece rutas guiadas. No era nuestro caso.
En el Hikers Parking, junto al hotel Cathedral Peak, comienza la ruta, a muy pocos kilómetros en coche desde Didima. Desde aquí también parte la corta y fácil ruta a las Doreen Falls , y también a las Ribbon Falls, algo más larga.
Geniales eran las vistas hacia las montañas durante el primer tramo del recorrido, nada más subir unos cuantos metros.
Después nos acompañaba el río Mhlonho, que fluía veloz por un cauce de rocas. Rocas que nos hacían de puente para cruzar el río y emprender la fuerte subida hacia Mushroom Rock. Una empinada senda de tierra rojiza nos dejaba un paisaje espléndido.
Un pequeño laguito, proteas, verdes praderas, tierra roja, un marco montañoso…..Y un par de exploradores españoles abriéndose paso entre hierbas de más de 2 m de altura y sufriendo un ataque de calor. Aunque………..con mucho gusto, porque íbamos ganando cada vez mejores vistas conforme ascendíamos.
Desde las moles rocosas con forma de champiñón, situadas en la cima de la montaña, a 1850 m, el panorama nos causaba sensación. Divisábamos todo el valle de Didima, tan extenso, tan verde, con algunos pequeños laguitos y algunos árboles.
Por el fondo fluye el río, y su sonido llegaba hasta nosotros. El color de la esmeralda subía por las montañas y llegaba hasta la cima de Cathedral Peak, de La Campana, de Los Cuernos casi gemelos (Inner Horn y Outer Horn), y de todos los picos de formas tan especiales. Montañas formadas hace millones de años, mientras nuestro planeta hacía su gimnasia de plegamientos y flexiones.
Como éramos los únicos visitantes, podíamos disfrutarlo en plena tranquilidad.
Mariposas, lagartijas, ratoncitos, y las huellas de algún animal grande se cruzaban en nuestro camino mientras bajábamos el empinado y escalonado sendero.
Tomando la desviación a Doree Falls, llegábamos a esta cascada por un fácil camino en el que crecen algunos helechos arbóreos. Refrescábamos nuestro calor al borde del chorro, más bien modesto. Cae sobre una poza en un agradable entorno sombrío de desconocidos árboles que crecen a orillas del río.
Doree Falls
Para evitar repetir camino regresamos por el Contour Path, con mejores vistas que el camino marcado de acceso a las Doreen Falls.
Didima. Museo de San Rock Centre
Atasco en la carretera. Invasión de monos y monitos, y parada en la terraza del Didima Camp para reponer fuerzas. Nadie más por aquí. Buen sitio…………en la gloria.
Terraza de Didima Camp
Aprovechando que estábamos al lado, nos acercamos a visitar el San Rock Centre, un pequeño museo que nos enseña la historia de la zona y de sus pobladores. El parque Drakensberg está declarado Patrimonio de la Humanidad natural y cultural, por su rica biodiversidad de flora, fauna y paisajes, así como por su cultura específica y milenaria. Una serie de paneles informativos nos introduce en sus costumbres, ritos e historia.
Los paneles y recreaciones exponen evidencias de que los San, los bosquimanos, ya poblaban estos territorios hace 20.000 años. Mientras que los nómadas y recolectores se refugiaban en las montañas, los pastores y agricultores se asentaron en los valles. Su colonización iba demandando más tierras de cultivo y sobre todo de pasto, lo cual conseguían quemando los bosques y creando el paisaje tan característico de esta área de interminables praderas.
Una cueva sirve de muestra de las innumerables cuevas dispersas por las montañas, que cobijaban a los San. Las pinturas rupestres que han dejado sobre las paredes de roca dan testimonio de sus propias experiencias, representando figuras humanas, animales o escenas de caza.
La poligamia era habitual, y aún hoy en día se sigue practicando……..¡los que pueden! No hay más que echar la vista al actual presidente sudafricano, Zuma. Los cotilleos cuentan que se ocupa de 7 mujeres, aunque oficialmente sean algunas menos. Incluso algunas compradas a cambio de cabezas de ganado, al igual que la habitual práctica en las tribus zulúes, de donde procede. Al menos eso se cotillea por el país.
En coche. De Cathedral Peak a Champagne Valley. Drakensberg
Nuestro próximo destino será Champagne Valley, aproximadamente a una hora en coche de Didima.
Recorríamos el valle espolvoreado de poblados. Las carreteras volvían a llenarse de zulúes, que regresaban a casa caminando varios kilómetros. Nos sentíamos raros, objetivos de tantas miradas.
Tras repostar gasolina y comprar algo de comida en Winterton, seguíamos recorriendo los extensos y llanos campos cultivados. Maizales y viñedos parecían ser los predominantes. La luz dorada del atardecer caía sobre ellos.
Al entrar en Champagne Valley, las praderas volvían a protagonizar el paisaje. Y así era, precisamente, cómo percibíamos el valle, color champán. De inmediato comprobábamos que éste es el valle más turístico de Drakensberg. Los emprendimientos turísticos se suceden.
Comer y dormir en Champagne Valley
Berghaven Cottages parecía un lugar muy plácido, con casitas individuales…….genial! Nos atiende un hombre blanco, el primer sudafricano blanco con el que hemos hablado hasta ahora.
Gran cama, chimenea, cocinita, terraza con barbacoa, y unos sillones hacia los amplios ventanales desde donde contemplar el apacible entorno. Un hombre entrado en años remaba en kayak en el remansado laguito. Los árboles foráneos, arces teñidos de rojo, nos recordaban que, aunque no lo parezca, estamos en el otoño austral.
Cena en Monks Cowl Golf Club, y seguimos con la dieta carnívora.
Track de la caminata. Mushroom Trail, en Cathedral Peak
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10126400